Sarah Connor de Emilia Clarke merece justicia

De hecho, ella estuvo genial, al igual que 'Terminator: Genisys'.

Luchadora de la resistencia, madre de la revolución y extraordinaria lío: cuando piensas en Sarah Connor deEl terminadorfranquicia, es probable que su imagen mental sea la deTerminator 2: El día del juicio final La guerrera musculosa y de ojos duros, no la camarera intimidada con el pelo rizado que sólo la década de 1980 podía sintetizar. ActrizLinda Hamilton No se puede subestimar el impacto de en el género de acción. Junto a figuras como Ellen Ripley (Sigourney Weaver ) y Pam Grier, la transformación de Sarah Connor, que provoca un latigazo cervical, de una modesta damisela en apuros a una profeta volátil, despiadada y letal del apocalipsis, sentó las bases para las Katniss Everdeen y las Furiosas del panorama cinematográfico moderno. Hamilton repitió su papel trascendental en 2019 paraTerminator: Destino Oscuro ; Cuatro años antes, una actriz diferente llevó a Sarah a dar un breve giro en la pantalla grande. 2015Terminator: Génesis juega con la tradición a través de una Sarah Connor reconocible pero nacida de circunstancias diferentes. ¿Y quién mejor para tipificar a una mujer feroz queEmilia Clarke , ¿la propia Madre de Dragones? Clarke era perfecta, Dios mío. Su visión visceralmente empática de una piedra de toque feminista por excelencia merecía algo mejor que la miserable respuesta que recibió Terminator: Genisys.

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Pocos estarán en desacuerdo con la afirmación de que la serie Terminator alcanzó su punto máximo en 1991 conJames Cameron 's Terminator 2: El día del juicio final. Intentos de capitalizar el meteoro que alteró el género que Cameron dejó a su paso (Terminator 3: El ascenso de las máquinasyTerminator Salvation ) fue recibido con escasa fanfarria. La premisa aparentemente estaba gastada. Cuando llegó el momento de que los ejecutivos del estudio intentaran revitalizar una antigua propiedad intelectual nuevamente, Paramount Pictures se reinició por completo. Mantener el empate del protagonistaArnold Schwarzenegger , desecha el resto. Eso tampoco funcionó; a pesar de recaudar bastante dinero en todo el mundo (más de 440 millones de dólares), la taquilla de Genisys no cumplió con las expectativas y la recepción crítica fue pésima.

Es una buena idea decir que Terminator: Genisys es genial, en realidad, pero me mantengo firme. La película es una reelaboración refrescante y creativa que conserva los temas heredados de la serie y al mismo tiempo se atreve a cambiar las expectativas. ¿Qué es una película de Terminator que no reinventa la continuidad establecida de maneras impactantes y aparentemente antitéticas? ¡Imagínese lo sorprendente que fue en 1991 que el Día del Juicio tomara al villano de su predecesor y lo reprogramara para convertirlo en héroe!

En ese mismo sentido, Genisys regala a los espectadores a Daenerys Targaryen como la renovada Sarah Connor, futura supervillana de DC.Jai Courtneycomo Kyle Reese,Matt Smithcomo un Skynet inexplicablemente humanoide, yJK Simmons murmurando "malditos robots". Genisys también es proféticamente mediocre de la misma manera que lo son muchas entregas de la franquicia: las escenas de acción genéricas se sienten como marcadores de posición del primer borrador y las frases ingeniosas apuntan a lo rudo solo para esfumarse como un petardo fallido. Aún,Laeta KalogridisyPatricio Lussier El guión se fue a la quiebra. Ninguna otra entrega de Terminator tuvo el descaro de romper fundamentalmente el canon y seguir avanzando con suficiente vapor para garantizar su existencia.

Incluso si el arco de reevaluación crítica no es amable con Genisys, no arrojemos al bebé con el agua del baño. El punto de venta más fuerte de la película, con diferencia, es que Emilia Clarke se pone en el enorme lugar de Linda Hamilton. CualquierGame of Thrones El espectador sabe que la presencia de esta actriz sacudirá la tierra cuando se la utilice correctamente. Hay una sinergia cinética en su Sarah que se ubica en algún lugar entre el Hamilton de The Terminator de 1984 y el Día del Juicio, al mismo tiempo que lega al mundo algo original. Pocos podrían haberlo logrado con mayor destreza intuitiva que Clarke, que era fanático de las películas originales.

Terminator: Genisys comienza con esa sensación de deja vu específica del reinicio. Desde la soporífera voz en off de Kyle Reese que describe el levantamiento de Skynet hasta tipos desnudos que viajan en el tiempo, hemos estado aquí antes. La diversión comienza una vez que Sarah entra en escena, literalmente, chocando contra un edificio detrás del volante de un camión. El John Connor (Jason Clarke , sin relación) de 2029 describe a su madre como "asustada y débil" - ¡sorpresa! ¡Es Sarah quien rescata a Reese de una muerte inminente al estilo T-1000, y no al revés! Si Genisys es una nueva versión tan sin ley como Alicia en el país de las maravillas, entonces Sarah es Alicia con una escopeta. Ella tiene el control al instante, ordenando a Reese como un sargento instructor sin ceremonias. Maneja las armas con tanta fluidez como una camarera recitando el menú de un restaurante. Esta no es una víctima.

Como intérprete, Clarke nunca pierde el ritmo. Cada mirada penetrante y cada frase entrecortada dan fe de que Sarah es una joven atormentada, desesperada, solitaria y obstinada. Ella habita el comportamiento de Linda Hamilton sin depender de una mímica suave, especialmente su impaciencia de "disparar primero, hacer preguntas después" y su conveniencia endurecida por la batalla. Al igual que su contraparte de Terminator 2, los bordes suaves de esta Sarah fueron pulidos. Se inclina más por una máquina que por una mujer a pesar de que su propósito vengativo es el de la resiliencia humana. ¿Quién más que Khaleesi podría ser tan sublimemente amargo?

Retorcer las expectativas sobre Sarah Connor es un movimiento socialmente consciente que también funciona como metáfora de la inocencia perdida. La Sarah de Clarke nunca tuvo una vida normal; Un Terminator la dejó huérfana y la obligó a luchar contra su destino cuando tenía nueve años. Carece de cualquier conexión humana, ya que sólo tiene como compañía al T-800 reprogramado al que apodó "Pops" (Schwarzenegger). En cierto modo, estos cambios hacen que la Sarah de Clarke sea aún más endurecida que la de Hamilton a pesar de su juventud. En palabras de Sarah: "Fui criada por una máquina para matar cyborgs y sobrevivir al apocalipsis nuclear. Creo que lo estoy haciendo bien, gracias".

Excepto que ella no lo es. La humanidad de Sarah se desangra en pedazos. Clarke es brusca en su sarcasmo y señalada en su molestia. Ella educa a una Reese insensible y condescendiente diciéndole: "¿La chica por la que volviste? Se ha ido". Parte de lo que hizo que Hamilton fuera electrizante fue su vulnerabilidad emocional debajo del exterior acerado; estaba traumatizada, impredecible y físicamente robusta. La Sarah de Terminator: Genisys camina por una línea aún más fina. No puede darse el lujo de procesar su dolor. Ella es reacia a albergar esperanzas y, en cambio, está alimentada por la ira. ¿Quién no se sentiría resentido por su situación? ¿Por qué ella, entre todos, siempre tiene que ser la fuerte? Es una herida andante con escudos terriblemente delgados y la espada de la defensa corta en ambos sentidos. Clarke canaliza la complicada interioridad de Sarah con su gracia característica.

Dejando a un lado la naturaleza ardiente, las mejores escenas de Clarke son los momentos más tranquilos. Escucha a Reese contar historias sobre su futuro hijo y muestra sorpresa, encanto y anhelo. La llegada de Reese marca el comienzo de Sarah frente al barril de un destino predeterminado. Estar cara a cara con un John adulto (es del futuro, simplemente sigue adelante) hace que las cosas sean aún más sofocantes. Es más cautelosa que cálida; es casi una reacción de huida o lucha. Y una vez que la verdad sobre John sale a la luz, tener que matar a su hijo corrupto la angustia en teoría más que en la práctica. Para un personaje definido en gran medida por su maternidad, Sarah de Genisys conoce a John Connor como un símbolo amorfo, no como una persona. Es imposible para ella sentirse cariñosa con un extraño, y Genisys no la vilipendia por ello.

Para presenciar el amor incondicional de Sarah Connor, recurrimos a su relación con Pops. La dinámica familiar disfuncional sigue siendo la mayor fortaleza de Terminator 2, y cambiar a John (Eduardo Furlong ) para Sarah en esta relación protectora-protegida está inspirada. Sarah no oculta su adoración por la figura de su padre sustituto. Ella lo abraza con alegre abandono, solloza por su aparente fallecimiento y adorna la pared con dibujos a lápiz de colores de su infancia que los muestran tomados de la mano. Clarke también infunde a sus afectuosas disputas el mordisco seco y amargo de un adolescente. Sarah es una niña de papá de principio a fin. ¿Y cómo no adorar a una niña y a su torpe padre robot? Clarke y Schwarzenegger (que parece alegremente dispuesto a cualquier cosa) tejen un vínculo subdesarrollado pero innegable.

Terminator 2 nunca ignoró a Sarah en favor de su hijo. Aún así, Genisys deja que el personaje se enfrente a su futuro en constante evolución. Es posible que Skynet todavía esté viva y coleando en un sótano en algún lugar, pero como Genisys nunca generó ninguna secuela, esta iteración única de Sarah Connor resiste las garras del destino y elige su propio camino. En una época en la que los remakes van a lo seguro o tergiversan el material original, Terminator: Genisys lo intentó, y eso cuenta para algo. Es una película repleta de decisiones audaces, siendo la más audaz (elegir a Daenerys Targaryen) la más sensata. Cuando se trata de la franquicia Terminator, respeta el nombre de Emilia Clarke.

Kelcie Mattson es solo una chica de pueblo y escritora senior de Collider. También tuvo el placer de contribuir con Bright Wall/Dark Room e IndieWire. Habiendo crecido en maratones de Star Trek y TCM, convertirse en un nerd para muchas cosas era inevitable. Sus pasatiempos favoritos incluyen hornear, acariciar a su gato, leer libros muy largos y hablar sin parar sobre ciencia ficción, fantasía, Dragon Age, películas de Hammer Horror, procedimientos británicos y K-Dramas.